1.14.2009

Algunos documentos

El esplendor del suplicio

Danilo Zolo
Il Manifesto

Traducido para Rebelión por S. Seguí


La ensangrentada Franja de Gaza es el último testimonio de una tragedia sin retorno que se dirige ya hacia la solución final. En estos días, miles de heridos y centenares de muertos, víctimas de los bombardeos y los ataques terrestres de la gran potencia nuclear israelí, se han sumado a las decenas de miles de personas que se hallan en condiciones desesperadas a causa de la miseria, las enfermedades, el hambre. La extorsión financiera y el bloqueo impuesto por Israel a la población de Gaza no tenían por objeto golpear sólo al movimiento de Hamás.
Es imposible pensar mínimamente, a pesar de los ríos de retórica lanzados por los creadores de opinión occidentales, que la operación Plomo Fundido haya sido preparada para replicar a los cohetes Kassam. Diez años de uso de estos rudimentarios instrumentos bélicos no habían producido más de una decena de víctimas israelíes.
Gaza debe desaparecer, ahogada en sangre: éste es el objetivo estratégico de las autoridades israelíes tras el fracaso de la retirada propiciada por Sharon en 2005. Gaza será erradicada como entidad civil y como estructura política autónoma, no por casualidad los misiles y los tanques israelíes están destruyendo encarnizadamente sus estructuras civiles, políticas y administrativas. Gaza se verá reducida a un amasijo de ruinas y desaparecerá, del mismo modo que está desapareciendo Cisjordania, que ya sólo sobrevive como pecio histórico, como una especie de vertedero humano diferenciado, tras cuarenta años de ilegal ocupación militar.
Lo que quede del pueblo palestino se verá sometido por siempre al poder de los invasores, en nombre del mito político-religioso del Gran Israel. Respecto a este mito, el valor de las vidas humanas es igual a cero, a pesar del derecho a la vida sobre el que fabula la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Éste año, 1948, es precisamente el de la proclamación del Estado de Israel y de la feroz limpieza étnica impuesta por los líderes sionistas al pueblo palestino, hoy rigurosamente documentada por historiadores israelíes como, entre otros, Ilan Pappe, Avi Shlaim y Jeff Halper.
En estos últimos años, la idea de un Estado palestino ha sido la última impostura sionista, sostenida por el poder imperial de Estados Unidos, con la complicidad de la Unión Europea. El engaño ha servido no sólo para encubrir un proceso de ocupación aún más invasora de la exigua porción de territorio –el 22 por ciento de la Palestina del Mandato británico– que le dejaron al pueblo palestino tras la guerra de agresión de 1967. El engaño ha servido sobre todo para llevar a cabo una progresiva e irreversible colonización de toda Palestina. Hoy están implantados en Cisjordania no menos de 400.000 colonos, y las colonias se extienden sin límites.
En Gaza y Cisjordania, los líderes políticos palestinos se han visto empujados al exilio o la cárcel, o han sido eliminados con la feroz técnica de los asesinatos selectivos. Han demolido decenas de miles de viviendas y devastado centenares de poblaciones. Han destruido centenares de pozos, y se han apropiado y explotado las reservas hídricas para la irrigación de los cultivos de las colonias y los territorios israelíes. Miles de olivos y frutales han sido arrancados de raíz. Una compacta red de carreteras que unen a las colonias entre sí y con Israel –las tristemente famosas by-pass routes– están prohibidas a los palestinos, y hacen aún más difícil las comunicaciones por tierra, ya de por sí obstaculizadas por centenares de puestos militares de control. A todo esto se añade la erección de la llamada barrera de seguridad querida por Ariel Sharon, el muro destinado a aprisionar a la población palestina, relegándola a zonas territoriales cada vez más fragmentadas y desplazadas. Entretanto, Jerusalén se ha convertido en una inmensa colonia hebrea que se amplía cada vez más hacia el Este, suprimiendo todo rastro de presencia árabe-islámica y de sus milenarios monumentos.
El etnocidio del pueblo palestino se está consumando ante la indiferencia del mundo, con la complicidad de las cancillerías occidentales, el silencio de los grandes medios de comunicación de masas, el servilismo de los expertos y juristas que pretenden ubicarse por encima de ambas partes, y el apoyo ferviente del más obtuso y sanguinario presidente que haya podido tener Estados Unidos. En lo relativo al pueblo palestino, el Derecho Internacional es un pedazo de papel ensangrentado; mientras, las Naciones Unidas, dominadas por el poder de veto de Estados Unidos, siguen instaladas en la inanidad y dejan sin castigo los infinitos crímenes internacionales cometidos por Israel. La triste peripecia vivida por Richard Falk (1), relator especial de las Naciones Unidas, nos ha ofrecido estos días la enésima prueba. Lo que seguramente tomará fuerza en un futuro muy próximo –y será para todos la tragedia más grave– será el terrorismo suicida de los jóvenes palestinos, la única réplica económica al terrorismo de Estado. Asimismo, el riesgo de una extensión del conflicto a toda la media luna fértil será altísimo.
¿Qué sentido histórico y humano tiene todo esto? ¿Cuál es el destino de Oriente Próximo? ¿Qué función tiene la matanza de hombres, mujeres y niños palestinos? ¿Cómo se justifica la falta de piedad del gobierno de Olmert y la complicidad de las autoridades religiosas israelíes?
Una cosa parece cierta, y es la función sacrificial de un pedazo de tierra entre los más densamente poblados, pobres y desesperados del planeta. Quien persigue un objetivo absoluto y se cree portador de la justicia y la verdad, se atribuye una inocencia absoluta y está siempre dispuesta, como nos enseñó Albert Camus, a imputar a los adversarios una culpa absoluta y a disponer de sus vidas negándoles toda esperanza. Gaza es hoy un inmenso patíbulo donde se celebra ante todo el mundo una condena a muerte colectiva. La Humanidad asiste al esplendor del suplicio, para utilizar una célebre expresión de Michel Foucault. La pública ejecución de la condena a muerte de los adversarios es un instrumento esencial de la glorificación de un poder que se considera más que humano.

(1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=77879
Danilo Zolo (Fiume, 1936) es un distinguido jurista y filóso del Derecho italiano. Enseña filosofía en la Universidad de Florencia y ha sido profesor asociado en Cambridge, Harvard, Princeton, entre otras. Es fundador del Centro Jura Gentium, para el estudio de la filosofía del Derecho Internacional y las políticas globalizadoras. (N. del t.)
S. Seguí pertenece a los colectivos de Rebelión y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar el nombre del autor y el del traductor, y la fuente.
http://www.ilmanifesto.it/il-manifesto/in-edicola/numero/20090107/pagina/01/pezzo/238803/


Los cohetes artesanales de Hamás y las dudas de ciertos solidarios con la causa palestina

Carlos Aznárez
Rebelión


Mientras el Estado Terrorista de Israel prosigue masacrando a la población palestina y desoye -como siempre- las apelaciones ultramoderadas de las Naciones Unidas para un alto el fuego, hay muchas y muchos ciudadanos en el mundo que se están movilizando de mil maneras para repudiar al imperialismo y al sionismo. Esto evidentemente es lo mínimo que se puede hacer en estas circunstancias, a nivel masivo y buscando mostrar al verdugo como lo que es, una auténtica máquina de asesinar.Sin embargo, hay algunos sectores de la sociedad mundial (lo vemos y leemos en Latinoamérica en los últimos días) que están dispuestos a repudiar el accionar bélico israelí, que se horrorizan de la matanza de niños y niñas, que se quejan de la respuesta lenta de los organismos internacionales, pero...le exigen a los agredidos, a los humillados, a los masacrados, a los bombardeados con fósforo y uranio empobrecido, QUE NO SE DEFIENDAN, que acepten mansamente su destino, que pongan el cuerpo a los tanques y misiles sionistas, pero que no se les ocurra arrojar los tan famosos cohetes artesanales. Y en ese gigantesco y nauseabundo "pero" aparece la inequívoca señal de la declinación, del quiebre ideológico, de la falsedad de la acción solidaria que tan enfáticamente se proclama. Lo que ocurre, es que es muy fácil dibujar un escenario ideal en donde lo único a destacar es la población civil atacada y masacrada y olvidar que en ella, en el propio cuerpo de la mujer, el hombre, el niño, la niña o el anciono y anciana palestina hay un resistente dispuesto a defender con su propia osamenta un territorio que legítimamente les pertenece. Gente dolorida, sufrida, cuarteada por años de ataques y humillaciones, que no se han rendido y tienen lo que hay que tener en estas circunstancias: DIGNIDAD.Claro que a ninguno de ellos, en medio del caer de las bombas sionistas, del tronar de los tanques arrasando sus desprotegidas barricadas, se le ocurriría jamás criticar el lanzamiento de cohetes Kassam que cada tanto (muy cada tanto y con pocas posibilidades de hacer daño, como está demostrado, sólo para decir: "aquí estamos, no nos moverán") lanzan los combatientes de Hamás. Y no se les ocurriría esa barbaridad porque esos combatientes son sus dignos y queridos hijos e hijas, sus hermanos, sus esposos y esposas, sus padres y madres, y hasta sus abuelos. En Gaza, el pueblo lucha denodadamente para no sucumbir. ¿Qué otra cosa haría usted en esas circunstancias, señor o señora que utiliza ese timorato "pero" cuando equilibra a los masacradores con los masacrados y les pide que cesen "ambos bandos" la hostilidad? ¿Qué haría si su pueblo, nuestro pueblo, nuestra Nación (a la que decimos querer hasta el extremo de "o con gloria morir") si un ejército de carniceros fascistas viniera a arrasarla y asesinar a nuestros hijos e hijas? ¿Nos preocuparíamos si un grupo de nuestros mejores y valientes jóvenes defendieran su casa, su familia y su tierra con las armas en la mano? ¿No les estaríamos ayudando para que con su accionar eviten que el agresor avance y culmine su tarea de horror?Claro, me dirán ustedes, que de eso estamos muy lejos en nuestros países, que "la violencia engendra violencia", que "el fundamentalismo", "que no se trata de ayudar a los extremismos" y un montón de pamplinas más que surgen de adoptar en casos extremos una actitud cobarde antes que reivindicar a un pueblo (el palestino es eso mismo) que nos está dando ejemplos diarios de coraje y humildad, de amor a la vida en medio de tanta muerte, de rebeldía frente a tanta hipocresía y complicidad internacional.Por eso es que está muy bien defender a Palestina, denunciar las atrocidades de los sionistas contra sus niños, pero también y sobre todo, expresar nuestra solidaridad con ese pueblo combatiente, con sus organizaciones resistentes y sobre todo con quienes están llevando sobre sus espaldas el peso fundamental de aguantar a pie firme la embestida sionista. Y no tener temor a las presiones -que existen, y mucho- porque digamos en voz alta: Hamás, Frente Popular de Liberación Palestina, Yihad Islámica, Frente Democrático de Liberación Palestina, Fátah y muchas organizaciones más surgidas al calor de esta lucha desigual pero tan necesaria como la vida misma. Esa vida que 800 patriotas palestinos ya han entregado por su tierra, precisamente porque saben que al nazi-sionismo no se lo detiene sólo con palabras, titubeos o claudicaciones.




Israel y su relación colonial

Gilberto López y Rivas
La Jornada


La polémica iniciada sobre el presunto antisemitismo de un colega en las páginas de nuestro diario cobró una dimensión distinta con la agresión militar de Israel a la población palestina en la franja de Gaza durante el fin de año y la posterior invasión terrestre todavía en curso. En todo el mundo se han desarrollado manifestaciones de protesta por la masacre que ha causado centenares de muertos y miles de heridos, con una alta proporción de civiles y no pocos infantes entre las bajas palestinas.
El Partido Comunista de Israel y el Frente por la Paz y la Igualdad de ese país exigieron a poco de iniciados los bombardeos aéreos el inmediato cese "de la criminal ofensiva militar israelí", y uno de sus diputados, Mohamed Barakeh, emplazó al gobierno a "detener de inmediato el crimen de la franja de Gaza" y denunció que "la escalada no traerá la calma y la tranquilidad. Es inconcebible para los palestinos de Gaza vivir entre la hambruna y el bombardeo. El gobierno y el ministro de Defensa intentan sacar rentabilidad política con vistas a las (próximas) elecciones a costa de la sangre palestina". El analista Tariq Alí coincide con la idea de la utilización macabra de la guerra como un recurso politiquero: "Los palestinos asesinados son poco más que un triunfo electoral en la lucha desvergonzada entre la derecha y la extrema derecha en Israel" ("El gueto de Gaza y la hipocresía occidental", La Jornada Morelos, 7 de enero de 2009).
En otra de las manifestaciones en el interior de Israel, la ex diputada comunista Tamar Gozansky reiteró: "sólo una solución política basada en una paz justa que reconozca el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino pondrá fin a las hostilidades. No estamos de acuerdo con el bombardeo de poblaciones civiles, tanto israelíes como palestinas, pero todo el tiempo que continúe la ocupación, continuará la violencia. Nuestro partido proclama que es menester poner fin a la ocupación de los territorios palestinos, acabar con el cerco impuesto a la franja de Gaza, desmantelar los asentamientos israelíes en los territorios y resolver la cuestión de los refugiados palestinos acorde con las decisiones de las Naciones Unidas. Sólo un Estado palestino soberano e independiente, con Jerusalén oriental como capital, podrá garantizar la paz para los dos pueblos" (Agencia Digital Independiente de Noticias).
Sin embargo, la agresión militar de fin de año tiene antecedentes importantes que parecen ser soslayados por quienes arremeten contra los críticos de Israel con la acusación de "antisemitismo". El Buró Nacional de la Unión de Judíos Franceses por la Paz denunció la responsabilidad directa de Francia y de la Unión Europea en el mantenimiento por años de un criminal bloqueo de la franja de Gaza por parte de Israel –como potencia ocupante–, que viola deliberadamente todas las leyes internacionales, y describía: "Un millón y medio de civiles son prisioneros del ejercito israelí y son privados de todo: alimento, carburantes, electricidad, medicamentos, material escolar. Menos de una decena de camiones necesarios para el abastecimiento normal de la población han llegado a pasar. El aeropuerto y el puerto han sido destruidos antes de haber podido funcionar. Está prohibido pescar. Sólo unos cuantos barcos fletados por militantes solidarios han podido romper el bloqueo. La población sufre un castigo colectivo despiadado por haber votado 'mal' (por Hamas). La comunidad internacional deja hacer, alienta el sitio. El ocupante ha expulsado a Robert Falk, el enviado especial de la ONU sobre derechos humanos" (27 de diciembre de 2008). Recordemos que varios intelectuales encabezados por Noam Chomsky, Howard Zinn y Eduardo Galeano, hicieron pública una declaración en agosto de 2006, en la cual afirmaban: "El terror de Estado que se inflige a Líbano se ve reproducido en el gueto de Gaza, mientras la 'comunidad internacional' observa en silencio. Mientras tanto, el resto de Palestina es anexada y desmantelada con la participación directa de Estados Unidos y la aprobación tácita de sus aliados" (Rebelión).
Este bloqueo ilegal por parte de Israel y la campaña sistemática contra el gobierno democráticamente elegido de Hamas son los factores desencadenantes de los cohetes lanzados por sus milicias a territorio de Israel. Numerosos analistas señalan la imposibilidad de la simetría entre la capacidad militar de Hamas y el Estado de Israel, que en el caso de Gaza se muestra dramáticamente comparando las 15 bajas de un lado y las 3 mil del otro, entre muertos y heridos; lo mismo se aplica para el tema de la "seguridad de Israel" versus la del pueblo palestino.
La diferencia cualitativa radica en el estatus de Israel como potencia ocupante de territorios ajenos a lo acordado en múltiples resoluciones de la ONU, desde la resolución 181, de 1947, que debiera dar lugar al establecimiento de dos estados, el de Israel y el de Palestina, y que nunca fue acatada. Israel es un Estado expansionista que establece una relación colonial con la población palestina, a la cual somete a un régimen muy similar al apartheid, o de limpieza nacional (que incluye muros, fronteras, retenes, controles, etcétera), con la complicidad de gobiernos árabes como los de Egipto, Arabia Saudita o Kuwait e, incluso, el de autoridades palestinas corrompidas dentro de los territorios ocupados.
Identificar la política de Israel como "terrorismo de Estado" es congruente con la condena del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial; reprobar el carácter colonialista de la relación de Israel con el pueblo palestino es consistente con la condena de los actos de neonazis en contra de judíos en la Europa actual y en cualquier otra parte del mundo; como también lo es reconocer el derecho a la legítima defensa del pueblo palestino contra un ejército ocupante.




Carta de la Red Judía Antisionista Internacional
El sionismo - la ideología fundadora que se manifiesta actualmente en el Estado de Israel - echó raíces en la era del colonialismo europeo y se diseminó a continuación del genocidio Nazi.
International Jewish Anti-Zionist Para Kaos en la Red 5-1-2009 782 lecturas 17 comentarios
www.kaosenlared.net/noticia/carta-red-judia-antisionista-internacional

Somos una red internacional de judíos incondicionalmente comprometidos con las luchas de emancipación humana, de las cuales la liberación de los habitantes de Palestina y de su tierra es una parte primordial. Nuestro compromiso es el desmantelamiento del apartheid israelí, el retorno de los refugiados palestinos, y el fin de la colonización israelí de la Palestina histórica.
Desde Polonia hasta Iraq, desde Argentina hasta Sudáfrica, desde Brooklyn hasta Mississippi, judíos fueron parte en la búsqueda de justicia, manifestando su deseo por un mundo más justo, participando con otros en luchas colectivas. Judíos participaron prominentemente en la lucha de los trabajadores durante la depresión americana, en el movimiento de los derechos civiles, en la lucha en contra del apartheid sudafricano, en la lucha contra el fascismo en Europa y en muchos otros movimientos por el cambio social y político. La histórica y progresiva limpieza étnica de la población palestina de sus tierras por parte del Estado de Israel contradice y traiciona esta larga historia de participación judía en luchas de liberación colectivas.
El sionismo - la ideología fundadora que se manifiesta actualmente en el Estado de Israel - echó raíces en la era del colonialismo europeo y se diseminó a continuación del genocidio Nazi. El sionismo se nutrió de los más violentos y opresivos hechos del siglo diecinueve, limando los numerosos esfuerzos de una militancia de judíos en las luchas de liberación. Honrando estas luchas y para retomar un lugar en los vibrantes movimientos populares de nuestro tiempo, el sionismo, en todas sus formas, debe ser abandonado.
Esto es crucial, primero que nada, por su impacto en los habitantes de Palestina y el resto de la región. El sionismo también deshonra la persecución y el genocidio de los judíos europeos al usar su memoria para justificar y perpetuar el racismo y colonialismo europeos. El sionismo es responsable por el extenso desplazamiento y alienación de los judíos mizrahi (judíos de ascendencia africana y asiática) de sus diversas historias, idiomas, tradiciones y culturas. Los judíos mizrahi tienen una historia en esta región de más de 2.000 años. Mientras el sionismo se arraigaba, estas historias fueron interrumpidas de su propio devenir en pos de la segregación de los judíos impuesta por el Estado de Israel.
Como tal, el sionismo nos implica en la opresión del pueblo palestino y en la denigración de nuestras propias tradiciones, luchas por la justicia y alianzas con nuestro prójimo.
Nos comprometemos a: Oponernos al sionismo y al Estado de Israel
El sionismo es racista. Demanda poder político, económico y legal para las personas y culturas judías y europeas por encima de los pueblos y las culturas autóctonas. El sionismo no solo es racista sino antisemita. Respalda la imaginería antisemita europea y sexista del "judío diaspórico" afeminado y débil y contrapone a éste un "judío nuevo" violento y militarizado, que es un perpetrador y no una víctima de la violencia racializada.
El sionismo por lo tanto busca convertir a los judíos en blancos, a través de la adopción del racismo blanco en contra del pueblo palestino. A pesar de la necesidad de Israel de integrar a los mizrahi para mantener una mayoría judía, este racismo también se manifiesta en la marginación y la explotación económica de la población mizrahi socialmente pobre. Esta violencia racializada también incluye la explotación de los trabajadores migratorios.
Los sionistas diseminan el mito de que Israel es una democracia. En realidad, el Estado de Israel ha establecido e implementado prácticas y políticas internas de discriminación contra los judíos de ascendencia mizrahi y excluye y restringe a los palestinos. Además, el Estado de Israel, en colaboración con los Estados Unidos, socava cualquier movimiento árabe por la liberación y el cambio social.
El sionismo perpetúa el excepcionalismo judío. Para defender sus crímenes, el sionismo cuenta una versión de la historia judía que está desconectada de la historia y las experiencias de otras personas. Promueve la narrativa del holocausto nazi como excepcional en la historia de la humanidad - a pesar de ser uno de muchos holocaustos, desde los aborígenes estadounidenses hasta Armenia y Ruanda. El sionismo separa a los judíos de las víctimas y los sobrevivientes de otros genocidios en lugar de unirnos a ellos.
A través de una islamofobia compartida y un deseo de controlar a Medio Oriente y Asia occidental, el Estado de Israel hace causa común con los cristianos fundamentalistas y otros que llaman a la destrucción de los judíos. Juntos, llaman a la persecución de musulmanes. Esta promoción conjunta de islamofobia sirve para demonizar a la resistencia contra la dominación económica y militar de occidente. Continúa una larga historia de colusión con regímenes represivos y violentos, desde Alemania nazi hasta el régimen de apartheid de Sudáfrica y las dictaduras reaccionarias a lo largo de Latinoamérica.
El sionismo sostiene que la seguridad judía depende de un estado judío altamente militarizado. Pero el Estado de Israel no contribuye a que los judíos estén seguros. Su violencia garantiza inestabilidad y miedo para los que están dentro de su esfera de influencia y pone en peligro la seguridad de todas las personas, incluyendo a los judíos, mucho más allá de sus fronteras. El sionismo voluntariamente coludió para crear las condiciones que llevaron a la violencia en contra de los judíos en los países árabes. El odio que la violencia y dominación militar israelíes generan hacia los judíos que viven en Israel y en otros lugares es usado para justificar más violencia sionista.
Nos comprometemos a: Rechazar el legado colonial y su expansión progresiva
En el momento en que el movimiento sionista decidió construir un Estado judío en Palestina, se convirtió en un movimiento de conquista. Al igual que las conquistas imperiales y las ideologías genocidas de las Américas o de África, el sionismo conlleva la segregación entre las personas, la confiscación de la tierra, la limpieza étnica y la implacable violencia militar.
Los sionistas trabajaron de común acuerdo con la administración colonial británica en contra de los habitantes originarios de la región y sus legítimas esperanzas de libertad y autodeterminación. El imaginario sionista de una Palestina "vacía" y desolada justificó la destrucción de la vida palestina tal como anteriormente ese racismo justificó la exterminación de los autóctonos estadounidenses, el tráfico transatlántico de esclavos y muchas otras atrocidades.
Desde la progresiva expansión de las colonias hasta la construcción del Muro del Apartheid israelí, el compromiso con la dominación colonial del Estado de Israel imprime su marca de destrucción ambiental y del paisaje físico de Palestina. Ante la falla de sus políticas para acabar con la resistencia palestina el Estado de Israel ataca con más y más violencia con políticas que, cuando son llevadas a su máxima expresión, apuntan al genocidio. En Gaza, el estado israelí impide el acceso a la comida, al agua, electricidad, ayuda humanitaria y suministros médicos como un arma dirigida a las bases mismas de la vida humana.
El Estado de Israel, que una vez fue vehículo para el ataque británico y francés contra la unidad y la independencia árabes, actualmente es un socio menor en la estrategia de los Estados Unidos y sus aliados por el control militar, económico y político, de dominación, específicamente de la región estratégica de Medio Oriente / Sudoeste Asiático. El peligro de una guerra nuclear a través de un ataque estadounidense/israelí contra Irán nos recuerda que el estado de Israel es una bomba atómica que debe ser desmantelada urgentemente para salvar las vidas de todas sus víctimas actuales y potenciales.
Nos comprometemos a: Desafiar a las organizaciones sionistas
Más allá de concretar la creación del Estado de Israel, el sionismo determinó su política internacional de antagonismo y dominación militar hacia sus vecinos y estableció una sofisticada red global de organizaciones, grupos de presión política, empresas de relaciones públicas, clubes en universidades y escuelas para perpetuar las ideas sionistas en las comunidades judías y el público en general.
Miles de millones de dólares americanos fluyen anualmente hacia el Estado de Israel para sostener la ocupación y su ejército sofisticado y brutal. La máquina de guerra que financian lidera la industria global de armas, mengua los recursos ansiados por un mundo que desesperadamente necesita agua, comida, asistencia médica, vivienda y educación. Europa, Canadá y las Naciones Unidas, mientras tanto, apoyan la infraestructura de ocupación bajo el disfraz de ayuda humanitaria para la población palestina. Juntos, los EEUU y sus aliados, cooperan para hacer más profunda la dominación de la región y acabar con los movimientos populares.
Una red internacional de instituciones y organizaciones sionistas apoya los asentamientos judíos militares y militantes con fondos directos. Estas organizaciones también proporcionan el apoyo político necesario para legitimar y promover políticas y programas de ayuda. En cada país, estas organizaciones censuran las críticas a Israel y tienen en la mira a personas y organizaciones a través de listas negras, violencia, vandalismo, encarcelamiento, deportación, despidos y otras privaciones económicas.
Estas organizaciones facilitan la difusión de la islamofobia. Tocan los tambores de guerra en el exterior mientras presionan por una legislación represiva en sus países. En Estados Unidos y Canadá, las organizaciones sionistas ayudaron a promover la legislación "anti-terrorista" convirtiendo todo esfuerzo organizado para apoyar al boicot, retiro de inversiones y sanciones contra el Estado de Israel, o para apoyar organizaciones palestinas, iraníes, iraquíes, libanesas y musulmanas, en sujetos a perseguir acusándolos de ayudar al terrorismo y cometer traición. Tanto en Europa como en EEUU, organizaciones supuestamente "judías" son las primeras en ejercer presión para entrar en guerra con Irán.
Están apareciendo fisuras en el edificio del sionismo así como en la dominación mundial misma de los Estados Unidos. En la región, la resistencia extraordinaria por parte de Palestina y Sur de Líbano en contra de la agresión y ocupación israelí y estadounidense sigue en pie, a pesar de los recursos limitados y muchas traiciones. El movimiento de solidaridad con el pueblo de Palestina y la confrontación con la política de los Estados Unidos e Israel está cobrando ímpetu en el mundo. En Israel, este ímpetu lo vemos en el disentimiento creciente, que favorece las condiciones para retomar dos legados de los años '60: Matzpen, una organización israelí palestina y antisionista judía y el Partido Mizrahi Panteras Negras. Podemos agregar un creciente rechazo por parte de los jóvenes a participar en la conscripción obligatoria del ejército.
Dentro de los gobiernos y las discusiones públicas en los Estados Unidos y Europa, el costo del apoyo incondicional hacia el estado de Israel está siendo cuestionado cada vez más. Israel y EEUU buscan nuevos aliados en el sur global para que se unan a sus conquistas económicas y militares. La relación creciente entre Israel y la India es un ejemplo sombrío de esto. Al compartir un interés en el control político y la ganancia de capital para unos pocos a expensas de muchos, la elite en India y las de Asia Occidental y Medio Oriente, se hallan en connivencia con la economía y la agenda militar occidental en la región.
La propaganda de la guerra global occidental contra el terror repercute en la islamofobia y es requerida y promovida por la elite india; Aprovecha esta oportunidad para reprimir severamente la disensión en regímenes de Medio Oriente así como Asia del sur y Asia occidental. No obstante, surgen levantamientos populares basados en las ricas historias de lucha anticolonial desafiando, y en última instancia, derrocando esta alianza.
Junto con nuestros aliados, intentamos contribuir a ampliar esas fisuras, hasta que el muro caiga y el Estado de Israel sea aislado como lo fue Sudáfrica durante el apartheid. Prometemos emprender la batalla en contra de estas organizaciones que pretenden hablar por nosotros y derrotarlas.
Nos comprometemos a: Extender nuestra solidaridad y nuestro trabajo por la justicia
Comprometemos nuestros corazones, nuestras mentes y nuestras energías políticas para apoyar al movimiento vibrante y diverso de resistencia del pueblo palestino y a enfrentar las injusticias de las cuales los países donde vivimos son responsables.
Apoyamos inequívocamente el derecho de retorno palestino. Llamamos al desmantelamiento de la ley israelí racista del retorno que privilegia los derechos de cualquier persona que el Estado de Israel estima como "judía" para establecerse en Palestina, mientras que excluye a los palestinos y los convierte en refugiados.
Respondemos sin reservas al llamado de Palestina al boicot, retiro de inversiones y sanciones contra el Estado de Israel.
Apoyamos la exigencia de la liberación de los presos políticos palestinos y de acabar con los encarcelamientos de líderes políticos, mujeres, niños y adultos palestinos como método de control y terror.
No es nuestra tarea prescribir el camino que el pueblo palestino debe tomar para definir su futuro. No pretendemos sustituir nuestras voces por las de ellos. Nuestras estrategias y acciones surgirán de nuestras relaciones activas con quienes están involucrados en la gama de luchas de liberación dentro de Palestina y en el resto de la región. Apoyaremos su lucha por sobrevivir, mantenerse firme y avanzar en su movimiento lo mejor que puedan, en sus propios términos.
Somos copartícipes de los vibrantes movimientos populares de resistencia de nuestro tiempo que defienden y enaltecen las vidas de todas las personas y la del planeta mismo. Somos copartícipes de los movimientos que lideran los más afectados por la conquista del imperio, la ocupación, el racismo, el control y la explotación global de personas y recursos. Defendemos la protección del mundo natural. Defendemos los derechos de los pueblos autóctonos a sus tierras y a su soberanía.
Defendemos los derechos de los inmigrantes y refugiados a la libre circulación y seguridad a través de las fronteras. Defendemos los derechos de los trabajadores - incluyendo a los trabajadores inmigrantes introducidos en Israel para reemplazar tanto la mano de obra palestina como la mizrahi - a la justicia económica y a la auto-determinación. Defendemos los derechos a la justicia racial y a la expresión cultural. Defendemos los derechos de las mujeres y los niños y de todos los grupos explotados a ser libres de subyugación. Y defendemos los derechos universales al agua, a la alimentación, la vivienda, la educación, los servicios de salud y a vivir sin violencia - la única base sobre la cual la sociedad humana puede sobrevivir y florecer.
Nos comprometemos a apoyar la justicia para curar las heridas ocasionadas por la imposición y el funcionamiento de la dominación colonial en Palestina y en el resto de la región; los traumas de la opresión europea de judíos que el proyecto sionista está explotando; los miedos y privaciones sufridas a través de años de derramamiento de sangre; las manipulaciones de la cultura y los recursos usados para explotar a los judíos mizrahi y para separarlos de los palestinos; y la progresiva masacre, violación y despojo del pueblo palestino.
La justicia por la que trabajamos debe ser construida por todos a lo largo de Palestina, incluyendo Israel y por los refugiados palestinos, cuya lucha por su autodeterminación puede llevar a la igualdad y la libertad de todos los que viven allí y en las tierras circundantes.
Te llamamos para que te unas a nosotros
Estas promesas requieren la construcción de un movimiento judío internacional unido que desafíe al sionismo y su pretensión de hablar en nombre de todos nosotros. Ante un adversario internacional, no es suficiente trabajar localmente, o incluso nacionalmente. Debemos encontrar formas para trabajar juntos a través de fronteras, distancias, sectores e idiomas. Existe la posibilidad para muchas iniciativas y organizaciones, establecidas y nuevas, para trabajar independientemente y conjuntamente, en apoyo y colaboración mutuas.
¿Estás en contra del racismo en todas sus formas?
Entonces te llamamos para que te unas a nosotros para acabar con el apartheid israelí.
¿Apoyas la soberanía y los derechos a sus tierras de los pueblos autóctonos?
Entonces te llamamos para que te unas a nosotros en la defensa de la soberanía y los derechos de los palestinos a sus tierras.
¿Crees que todas nuestras vidas dependen de la sustentabilidad económica y ambiental? ¿Te enfurece el robo y la destrucción de los recursos del planeta?
Entonces te llamamos para que te unas a nosotros para detener la destrucción de la agricultura y la tierra palestina, su robo y el del agua y la destrucción de sus aldeas y plantaciones.
¿Buscas terminar con las guerras infinitas por el petróleo y la dominación de los Estados Unidos y sus aliados? ¿Quieres terminar con las culturas militarizadas, la conscripción de nuestros jóvenes y el saqueo de recursos para financiar ejércitos en lugar de las necesidades de la vida?
Entonces te llamamos para que te unas a nosotros para desmantelar una pieza decisiva de la maquinaria de guerra global.
¿Deseas desvincularte de la limpieza étnica de Palestina por parte del Estado de Israel y de la destrucción de la historia, la cultura y su autogobierno? ¿Crees que no hay paz sin justicia? ¿Te enfurece y te entristece que el holocausto judío esté siendo usado para perpetrar otras atrocidades?
Entonces te llamamos para que te unas a nosotros para terminar con el colonialismo sionista.
Para que todas las personas del planeta vivan con seguridad, justicia y paz, el proyecto colonial Israelí debe llegar a su fin. Nosotros jubilosamente asumimos esta tarea colectiva de socavar un sistema de conquista y saqueo que ha atormentado a nuestro mundo desde hace demasiado tiempo.
International Jewish Anti-Zionist http://www.ijsn.net



AVANZAMOS UN BORRADOR DE TRADUCCIÓN DE ESTE VITAL ARTÍCULO
Guerra y Gas Natural: la invasión israelí de Gaza y de los yacimientos marinos de gas
Artículo de Michel Chossudovsky publicado en GlobalResearch
Lunes 12 de enero de 2009 ·
por Michel ChossudovskyGlobal Research, enero 8, 2009
Traducción: Ekologistak Martxan, Zor Ekologikoa
La invasión militar de la Franja de Gaza por las fuerzas de Israel tiene una relación directa con el control y la propiedad de las reservas estratégicas de gas mar adentro (offshore).
Esta es una guerra de conquista. Descubiertas en el 2000, existen grandes reservas de gas frente a la costa de Gaza.
British Gas (BG Group) y su socio, la Consolidated Contractors Company (CCC) propiedad de las familias libanesas Sabbagh y Koury y con base en Atenas, obtuvieron los derechos de exploración de esas reservas de petróleo y gas en un acuerdo de 25 años firmado con la Autoridad Palestina en noviembre de 1999.
Los derechos a los yacimientos de gas en alta mar son, respectivamente: British Gas (60 %), Consolidated Contractors (CCC) (30 %) y el Fondo de Inversiones de la Autoridad Palestina (10 %). (Haaretz, 21 de octubre de 2007).
El acuerdo PA-BG-CCC incluye el desarrollo del campo y la construcción de un gasoducto. (Middle East Economic Digest, 5 de enero, 2001).
La licencia de BG abarca toda la zona marina en alta mar de Gaza, que es contigua a varias instalaciones de gas de mar adentro de Israel. (Véase el mapa más abajo). Cabe señalar que el 60 por ciento de las reservas de gas a lo largo de la costa de Gaza e Israel pertenecen a Palestina.
El Grupo BG perforó dos pozos en el año 2000: Gaza Marina-1 y Gaza Marina-2. British Gas estimó sus reservas en el orden de 1,4 billones de pies cúbicos, de un valor aproximado de 4 mil millones de dólares. Estas son las cifras hechas públicas por British Gas. El tamaño de las reservas de gas de Palestina podría ser mucho mayor.
Mapa 1
Mapa 2
¿Quién es el titular de los yacimientos de gas?
La cuestión de la soberanía sobre Gaza, campos de gas es crucial. Desde un punto de vista jurídico, la reservas de gas pertenecientes a Palestina.
La muerte de Yasser Arafat, la elección del gobierno de Hamas y el colapso de la Autoridad Palestina han permitido a Israel establecer el control de facto en Gaza sobre las reservas de gas de mar adentro.
British Gas (BG Group) ha estado negociando con el gobierno de Tel Aviv. mientras, estos han mantenido al margen al gobierno de Hamas en lo referente a la exploración y desarrollo de los derechos de los yacimientos de gas.
La elección del Primer Ministro Ariel Sharon en 2001 fue un importante punto de inflexión. La soberanía de Palestina sobre los yacimientos marinos de gas fue impugnada en el Tribunal Supremo de Israel. Sharon declaró que inequívocamente «Israel nunca compraría gas de Palestina» dejando a entender que las reservas marinas de Gaza pertenecían a Israel.
En el 2003, Ariel Sharon, vetó un primer acuerdo, que permitiría a British Gas suministrar gas natural a Israel desde pozos marinos de Gaza. (The Independent, 19 de agosto de 2003)
La victoria electoral de Hamas en 2006 supuso la desaparición de la Autoridad Palestina, que pasó a ser confinada al West Bank (Cisjordania), bajo el régimen de Mahmoud Abbas.
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Al año siguiente, en mayo de 2007, el Gabinete israelí aprobó una propuesta del Primer Ministro Ehud Olmert «para comprar el gas de la Autoridad Palestina.» La propuesta de contrato por $ 4 mil millones, con ganancias del orden de $ 2 mil millones de los cuales mil millones irían a los palestinos.
Tel Aviv, sin embargo, no tenía intención de compartir los ingresos con Palestina. Un equipo de negociadores de Israel fue creado por el Gabinete israelí para echar por suelo un acuerdo con el BG Group, saltándose tanto al gobierno de Hamas como a la Autoridad Palestina::
«Las Autoridades de defensa israelíes quieren pagar a los palestinos con bienes y servicios, e insisten en que ningún dinero vaya al Gobierno controlado por de Hamas». (Ibid, énfasis agregado)
El objetivo era esencialmente de anular el contrato firmado en 1999 entre el BG Group y la Autoridad Palestina bajo Yasser Arafat.
En virtud al acuerdo propuesto en el 2007 con BG, el gas palestino de los pozos de la costa de Gaza iba a ser canalizado por una tubería submarina al puerto israelí de Ashkelon, con lo cual se transfería el control sobre la venta de gas natural a Israel.
La operación fracasó. Las negociaciones fueron suspendidas:
«El Jefe del Mossad Meir Dagan se opuso a la transacción por motivos de seguridad, que los productos iban a financiar el terror». (Miembro de la Knesset Gilad Erdan, Discurso a la Knesset sobre el tema «La intención de compra de gas a los palestinos de la Vice-Primer Ministro Ehud Olmert cuando el pago servirá a Hamas», 1 de marzo de 2006, citando al Teniente General (retirado) Moshe Yaalon, ¿La compra futura de British Gas de las aguas costeras de Gaza amenaza la Seguridad Nacional de Israel? Centro Jerusalén para Asuntos Públicos, de octubre de 2007)
La intención de Israel fue cerrar la posibilidad de que se pagaran regalías a los palestinos. En diciembre de 2007, el Grupo BG se retiró de las negociaciones con Israel y en enero de 2008 que cerró su oficina en Israel. (Página-web de BG).
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Plan de invasión en el tablero de dibujo
El plan de invasión de la Franja de Gaza según la «Operación Plomo Fundido» se puso en marcha en junio de 2008, según fuentes militares israelíes:
«Fuentes del establishment de Defensa dijeron que el ministro de Defensa, Ehud Barak dio instrucciones a las Fuerzas de Defensa de Israel para preparar la puesta en funcionamiento hace más de seis meses [junio o antes de junio], a pesar de que Israel estaba empezando a negociar un acuerdo de cese el fuego con Hamas.» (Barak Ravid, Operación «Plomo Fundido»: El ataque por la Fuerza Aérea de Israel posterior a meses de planificación, Haaretz, 27 de diciembre de 2008)
Ese mismo mes, las autoridades israelíes contactaron British Gas, con miras a reanudar negociaciones cruciales relativas a la compra de gas natural de Gaza:
"Tanto el director general del Ministerio de Finanzas Yarom Ariav y el director general del Ministerio de Infraestructuras Nacionales Hezi Kugler convinieron en informar a BG el deseo de Israel de reanudar las conversaciones.
Las fuentes agregaron que BG no ha respondido oficialmente a la solicitud de Israel, pero que los ejecutivos de la empresa probablemente llegarán a Israel en un par de semanas para mantener conversaciones con funcionarios del Gobierno. "(Globos de línea de negocios de Israel Arena, 23 de junio de 2008)
La decisión de acelerar las negociaciones con British Gas (BG Group) coincidió, cronológicamente, con la planificación de la invasión de Gaza iniciada en junio. Parecería que Israel estaba ansioso por llegar a un acuerdo con el Grupo BG antes de la invasión, que ya se encontraba en una avanzada fase de planificación.
Aún más, las negociaciones con British Gas se llevaron a cabo por el gobierno de Ehud Olmert con el conocimiento de que había una invasión militar en el tablero y que Israel contemplaba un nuevo acuerdo político-territorial de la Franja de Gaza.
De hecho, las negociaciones entre British Gas y los funcionarios israelíes estaban en marcha en octubre de 2008, 2-3 meses antes del comienzo de los bombardeos del 27 de diciembre.
En noviembre del 2008, el Ministerio israelí de Finanzas y el Ministerio de Infraestructuras Nacionales instruyeron a la Israel Electric Corporation (IEC) para entrar en negociaciones con British Gas para comprar gas natural de la concesión marina de BG en Gaza. (Globos, 13 de noviembre de 2008.)
"El director general del Ministerio de Finanzas Yarom Ariav y el director general del Ministerio de Infraestructuras Nacionales Hezi Kugler escribieron al jefe ejecutivo de IEC Amos Lasker recientemente, informándole de la decisión del gobierno de permitir negociaciones para avanzar, en consonancia con el propuesta de marco aprobada a principios de este año.
El Consejo de Administración de IEC, encabezada por el presidente Moti Friedman, aprobó los principios de la propuesta marco, hace unas semanas. Las conversaciones con BG Group se iniciarán una vez que la junta aprueba la exención de una oferta." (Globos de 13 de noviembre de 2008.)
Geopolítica y Energía de Gaza
La ocupación militar de Gaza persigue la transferencia de la soberanía de los yacimientos de gas a Israel, en violación del derecho internacional.
¿Qué podemos esperar a raíz de la invasión?
¿Cuál es la intención de Israel con respecto a las reservas de gas natural de Palestina?
Un nuevo arreglo territorial, con la presencia de tropas israelíes y / o tropas para el ?mantenimiento de paz"?
La militarización de toda la costa de Gaza, que es estratégica para Israel?
La pura y simple confiscación de campos de gas palestinos y la declaración unilateral de soberanía israelí sobre las zonas marítimas de Gaza?
Si esto ocurriera, el gas de los campos de Gaza quedarían integrados en las instalaciones de alta mar de Israel, que son contiguos a los de la Franja de Gaza. (Ver Mapa 1).
Estas diversas instalaciones en alta mar también están vinculadas al corredor de transporte de energía de Israel, que se extiende desde el puerto de Eilat, que es una terminal de un oleoducto, en el Mar Rojo hasta el puerto marítimo - terminal de oleoducto de Ashkelon, y hacia el norte a Haifa, y, finalmente, uniendolo con un proyecto de oleoducto turco-israelí con el puerto turco de Ceyhan.
Ceyhan es la terminal del oleoducto Trans Caspio, Bakú-Tbilisi-Ceyhan. «Lo que se prevé es enlazar el oleoducto BTC al Trans-Israel Eilat-Ashkelon, también conocido como de el Oleoducto Trans-israelí». (Véase Michel Chossudovsky, La guerra en el Líbano y la Batalla por el Petróleo, Global Research, 23 de julio de 2006)
Mapa 3
Ver en línea : Artículo original: War and Natural Gas: The Israeli Invasion and Gaza’s Offshore Gas Fields

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